Lamentablemente, los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte. Tener presente las siguientes recomendaciones, puede ayudar a evitar que sufras un accidente de tráfico.
Respetar las normas de circulación y las señales de tráfico.
Aunque parezca una obviedad, es necesario recordarlo. Hacer memoria de las indicaciones que nos dieron en la autoescuela y que constantemente nos recuerda la DGT, como por ejemplo, no cambiar bruscamente de carril, señalizar con el intermitente las maniobras, no adelantar por la derecha, dar prioridad a los viandantes especialmente en los pasos de peatones, no saltarse los semáforos… Las normas están para cumplirlas y, cuando se trata de conducir, respetarlas puede evitar un accidente de tráfico.
Todas las normas de circulación son importantes, pero queremos destacar algunas que suelen pasarse por alto:
- No utilices el móvil. Es imprescindible para evitar un accidente que no se utilice, puesto que en el momento que se mira el móvil, se deja de mirar la carretera. Y ese momento es vital.
- No conducir si has bebido alcohol. ¿Cuántas campañas y anuncios has visto y ves al respecto? Puede que estés harto, pero, ¿no te parece más agotador y peligroso saber que todavía hay gente que sigue cogiendo el coche a pesar de haber bebido? No te arriesgues: si bebes, no conduzcas.
- Respetar los límites de velocidad. Sí, también estás cansado de oírlo, pero hacemos énfasis porque cuesta llevarlo a la práctica. A mayor velocidad, menor campo de visión, menor tiempo de reacción y de frenada, y mayor riesgo de sufrir un impacto más fuerte. Los límites de velocidad están para cumplirlos.
- Guardar la distancia de seguridad recomendada. Muchos accidentes ocurren por la falta de la distancia de seguridad con el vehículo de delante. No ir tan pegado, evitará más de un choque y algún que otro susto.
Evitar los ciclos del sueño
Cuando viajes, intenta evitar los ciclos de sueño, es decir, adelanta o retrasa el viaje de tal manera que no interrumpa las horas en las que, normalmente, estás durmiendo, por ejemplo, por la noche.
En trayectos largos, es recomendable parar para descansar y, por supuesto, si te entra sueño es casi obligatorio que te detengas.
Es importante que antes de emprender un viaje en coche, hayas descansado adecuadamente y comido ligero.
Ten cuidado con el aire acondicionado y la calefacción del coche
Tanto la calefacción como el aire acondicionado, pueden producirte síntomas relacionados con la deshidratación que pueden afectarte negativamente en la conducción, como padecer dolor de cabeza o sentirte más cansado. Por tanto, modera su uso, ve hidratándote en las paradas que realices y, como te decíamos en el punto anterior, si te sientes cansado, detente.
No te distraigas en los atascos
Puede parecer fácil distraerte en un atasco, ya que supone una parte de tu tiempo en el que no haces nada. Pero, precisamente por eso, es posible que te despistes cuando vuelvas a la conducción. Así que evita distracciones en estas situaciones.
Identifica los ángulos muertos
Los puntos muertos son bastante peligrosos. Por tanto, a excepción de que tu vehículo tenga un detector de ángulo muerto, nuestra recomendación es que procures tenerlos identificados. De este modo, podrás tener más cuidado.